Siglo de oro español por excelencia, aun no se pone el sol en nuestro imperio, pero ya estamos en decadencia.
En esta época, nos apartamos un poco de la vida militar, vestimos mas como civiles y representamos escenas picarescas de la carda de Quevedo.
Tabernas, lances amores y desamores al ritmo de chacona y la herreruza como batuta.
La ropa usada, consta de las botas de caña alta o zapatos, medias de lana, greguescos acuchillados, calzones, camisa y ropilla. Sobre los hombros capa o herreruelo, en la cabeza pañuelo, gorro de ala ancha o parlota y al cinto, espada ropera, daga de mano izquierda y en ocasiones pistola bien cebada.
También encarnamos a adustos soldados, con corselete, morrión y alabarda, pero no como formación militar.