La evolución armamentística es notable, y a mediados de este siglo, ya se pueden ver las famosas coraza, aun primitivas e incomodas y no tan vistosas como las del siglo XV o XVI.
La compañía a sobrevivido a los siglos, y nuevos guerreros encabezan las filas del lobo negro.
La infantería pesada, sigue siendo el fuerte del grupo mercenario.
La ropa es más diversa si cabe que en el siglo XIII.
Las calzas y el calzón, se unen en una sola prenda, las túnicas se h
acen mas cortas, el gambesón también, además de ser menos gruesos, al servir como acolchamiento de las sofisticadas placas de la coraza.
La coraza, cubre todo el cuerpo, desde la piernas con sus grebas, rodilleras y quijotes, sus brazos con brazaletes, coderas y hombreras, el cuello con la gorguera, el pecho con el peto, las manos con los guanteletes, los pies con los escarpines… decenas de piezas perfectamente encajadas, para proteger a su portador de los golpes de sus adversarios.
Las armas que usamos en este siglo, son la espada de mano y media o bastarda, el martillo de guerra, la maza de aristas y las ancestrales espadas de una mano, hacha, maza, daga y lanza.
Asociación Cultural Histórica Aragonesa 
